Durante el año 2010 escribí la sección Turismo Urbano, de la mencionada revista. Se me encargó enfocarme en los edificios históricos de la ciudad de Buenos Aires.
Mis notas salieron en versión online e impresa.
Artículo sobre el Palacio Barolo (impreso en El Planeta Urbano en septiembre 2010)
"Hoy es ícono de la ciudad de Buenos Aires y el Faro del Bicentenario. Pero en sus orígenes y en su arquitectura están las marcas de un místico pasado lleno de leyendas y causalidades.
Todos los días atravesamos la city inmersos en nuestros propios infiernos, pero en Av de Mayo al 1300 está el autentico “inferno”, el de Dante. Más conocido por los porteños como el Palacio Barolo, de pionera estructura de hormigón y creado en 1923.
Proyectado para acaparar el boom inmobiliario que vivía Argentina en la bonanza económica del “granero del mundo”, el empresario textil italiano Luis Barolo le encargó a un joven arquitecto y compatriota, un edificio que albergara sus intereses económicos pero también que fuera un “templo” pleno de alusiones cósmicas y alquímicas. Los guiaba y unía su adhesión a la Fede Santa, más conocida hoy como la Masonería.
Mario Palanti, el ideólogo de este coloso, basó sus cálculos en el número áureo, también conocido como el número de oro de los masones y templarios, que es la forma de la divina proporción: simetría, orden, equilibrio y belleza.
La excepcionalidad fue una constante en la historia del Barolo. Se logró el permiso para construir un edificio cuatro veces más alto que la regla urbana general, de modo que en épocas de su inauguración, los transeúntes cruzaban la calle por miedo a que se caiga la mole de hormigón armado sobre sus cabezas.
Es así como este edificio de 100 metros de altura fue el más alto de Latinoamérica hasta que lo superó el Kavannah en 1935. En él se implementaron los “Bow Windows”, teniendo su fachada una alta densidad de aventanamientos, lo que otorgaba una democrática luz. Además poseía una usina propia que autoabastecía al edificio, siendo el primer “edificio inteligente”.
Su estilo es Ecléctico, con inspiración expresionista, referencias al gótico veneciano y a la arquitectura religiosa de la india. Es el mejor ejemplo local de la “arquitectura esotérica” de principios del siglo 20. El Palacio Barolo escribe en su hormigón la poesía de Dante Alighieri y toda la estructura fue ideada para ser un homenaje de su máxima expresión: la Divina Comedia.
Sólo mencionando algunos números, se entiende la magnitud de esta fusión: el edificio tiene 22 pisos, como el número de estrofas de los versos de Dante. Su altura, un poco más de 100 mts, como 100 son los cantos de su obra. Está al 1300 de la avenida, año en que el Dante escribió su obra. Está divido en tres sectores, Infierno, Purgatorio y Paraíso, lo mismo que La Divina Comedia. Los ascensores poseen símbolos masónicos y los peldaños de las escaleras se hacen cada vez más estrechos, como la métrica del Dante, para alcanzar el paraíso (últimos pisos) donde está Dios (el faro).
Todo hace a esta experiencia única. Sobre todo si está unida al chispeante relato de Miqueas, el joven guía del Barolo, bisnieto de un antiguo propietario, y quien desde hace 6 años es el artífice de la promoción constante del edificio. Los datos misteriosos se cuelan entre los pasillos y escaleras. Imaginar la soberbia estatua, que nunca llegó al palacio, pero que albergaría sus cenizas ante el hipotético y tan temido Apocalipsis, para preservar su alma y perpetuar su memoria… es sentir que uno es parte de una mística visión que dejó su huella en nuestro espacio cotidiano. Deleitarse y mirar fijamente hacia el río de la plata, desde la altura, y creer que desde allí podremos vislumbrar al Palacio Salvo, otro edificio de Palanti, que es un tributo a los inmigrantes europeos, ya que su antiguo faro (hoy removido) fue concebido también para ser una luz de bienvenida.
Muchas son las historias que se cuentan sobre estos dos edificios. La más común habla de un fallo en el cálculo de la luz de los faros al cruzarse, por no tener en cuenta la curvatura de la tierra, pero también está la hipótesis de que en la triangulación de sus luces están las coordenadas de una puerta a un mundo alterno. Lo que sí es seguro es que volveré al Barolo los primeros días de Junio. El Palacio se alinea con la cruz del sur a las 19:45hs… y todo puede ser real."
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| El Pasaje Barolo cuando aún no tenía la escultura ASCENSIÓN en el centro |
Instagram: @palaciobarolotours
